~Don DINERO~

 

-Décimas-

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El Dinero y El Poder
han sido siempre asociados,
mas, poderes limitados
suele el Dinero tener.
Necesidad y placer
le exigen al monedero
el constante y pasajero
flujo de satisfacción
que sólo se sacia con
la posesión del Dinero...

Puede el Dinero comprar,
de la carne, los favores,
títulos, falsos honores
y al ídolo del altar,
expuesto para ostentar
el fraudulento esplendor
que disfraza al impostor
de barro perecedero,
pero no tiene el Dinero
con qué comprar el Amor...

Puede el Dinero comprar
la inutilidad del lujo
y alimentar con su influjo
la ambición del usurero.
Le puede dar al obrero
fugaz y precario amparo,
el pan demasiado caro
y puede, sucia materia,
incrementar la miseria
obsesiva del avaro...

Puede comprar la maldad
de la corrupta conciencia,
pero no la Inteligencia
ni tampoco la Amistad.
Puede dar tranquilidad,
pero no engaña a la suerte,
que su seducción no advierte,
porque el Dinero, homicida,
no puede comprar La Vida
ni sobornar a La Muerte...

Complace a la Vanidad,
que lo exhibe con perfidia,
y hace rabiar a la Envidia
carente de Dignidad,
que no oculta la ansiedad
por las riquezas ajenas
que le corre por las venas
y, en las sombras, acechando,
existe apenas, soñando
con tenerlo a manos llenas...

Decide la Economía
y enfrenta al rico y al pobre,
siempre especulando sobre
su esquiva soberanía.
Por su posesión porfía
la diversidad de socios
de sus muchos sacerdocios
a nivel universal,
objetivo principal
del mundo de los negocios...

Si se gana honestamente,
estimula y satisface,
pero mal habido, hace
un monstruo del delincuente.
A veces, temporalmente,
compra un poco de Salud
y, aunque adquiere el ataúd
del sabio como del necio,
no puede pagar el precio
de un día de Juventud...

-'Tanto tienes, tanto vales'-,

dice un dicho popular
que suele calificar,
sin piedad, a los mortales.
Por sus bienes materiales
en elevada cuantía,
adula la hipocresía
a quien posea el Dinero
que hace al Bufón, Caballero
y Dama a cualquier arpía...

Facilita la traición,
por sólo treinta monedas
mantiene andando las ruedas
insomnes de la Ambición.
Su avidez de adquisición
controla la propaganda
y, como dirige y manda,
domina, mal empleado,
todo el oscuro mercado
de la Oferta y la Demanda...

No importa que falte o sobre,
el Dinero es la gran meta
de la existencia incompleta
del rico como del pobre.
Y, aunque alguna vez les cobre
tan caro el enorme reto,
es Don Dinero el objeto
que siempre cuesta de más,
porque no compra jamás
ni el más mínimo Respeto...

La Doble Moral derriba
hasta su nivel más bajo
decidiendo echar abajo
lo que siempre estuvo arriba.
De falsos honores, priva
corrompiendo las neuronas
de distinguidas personas
que, gracias a su ambición,
manchan la reputación
de establecidas Coronas...

El Dinero sólo puede
comprar cosas materiales,
posesiones terrenales
que el vil metal le concede
al ser humano que accede
a la engañosa bondad
que ofrezca la cantidad
del Capital conseguido,
pero jamás ha podido
comprar La FELICIDAD...

Victoria Teresa Mata. 

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